La llegada de la igualdad de matrimonio en todo el país, aunque sigue siendo desafiada por leyes de exención religiosas, ha significado que la corriente principal de grupos LGBTQ+ ha desplazado un poco el enfoque a otros problemas que resultan críticos para la comunidad. El Centro LGBTQ de Durham abrió sus puertas en 2015, llevando a buen término un deseo de mucho tiempo de tener un espacio de reunión LGBTQ específico para la comunidad fuera de los bares.

Los activistas locales están trabajando en cuestiones tales como hacer las escuelas más seguras para la juventud LGBTQ+, proveyendo espacios de vivienda de aceptación LGBTQ para los ancianos, aumentando el acceso a la atención médica para personas transgénero y haciendo frente a los impactos de la aplicación de la ley sobre los marginados, como personas transgénero de color. Las personas LGBTQ+ experimentan un nivel sin precedentes de visibilidad en la esfera pública, incluyendo al electo Sendolo Diaminah que se convirtió en el primer miembro abiertamente LGBTQ de la Junta de Educación de Durham en 2014 y Jillian Johnson se convirtió en el primer miembro abiertamente LGBTQ del Ayuntamiento de Durham el año siguiente.

La población LGBTQ de Durham sigue siendo creativa para atender las necesidades de sus miembros. Durante los últimos años, la clase semanal "Yoga para Queers y Misfits"; el Wellness Center 1005, un centro de acogida LGBTQ que ofrece una variedad de servicios de bienestar y profesionales de la salud; el Centro LGBTQ de Durham, y los concursos "Miss Hispanidad" son sólo algunas de las opciones de servicios y entretenimiento que la comunidad LGBTQ ha iniciado. Ver video “Keepin’ It Queer” sobre yoga.

El muy controvertido Proyecto 2 de la Cámara (HB2 por sus siglas en inglés) de Carolina del Norte, aprobado en una sesión legislativa de un día convocada con carácter extraordinario el 23 de marzo de 2016, fue un retroceso para los derechos LGBTQ+ en el estado. La HB2 revocó una ordenanza antidiscriminatoria de Charlotte que incluía el derecho a usar los baños públicos correspondientes a la identidad de género. El HB2 también limita la capacidad de los municipios para proteger a las personas contra la discriminación basada en la orientación sexual o identidad de género; elimina la capacidad de los trabajadores para demandar en la corte estatal por discriminación o despido injustificado y limita la capacidad de los municipios para aumentar el salario mínimo. La ley sirve como un poderoso recordatorio de que la batalla por los derechos LGBTQ+ está todavía en curso.